Este enfrentamiento se inició cuando el nuevo gerente regional del GORE Puno, Manuel Quispe Ramos, declaró en la ciudad de Juliaca que para el 01 de setiembre elevará un informe de desempeño de todas las áreas al gobernador Agustín Luque y se inicien los cambios de funcionarios de confianza.
Un día después, el gerente de desarrollo e inclusión social, Walter Paz Quispe Santos, utilizó su cuenta de Facebook para referirse a su inmediato superior con estas palabras.
Mi respuesta al nuevo gerente del Gobierno Regional, Manuel Octavio Quispe:
¿Cómo podría evaluarme alguien que ha sido comprometido en escandalosos actos de corrupción y sancionado por la Contraloría de la República? La persona que me evalúe debe exhibir limpieza moral en la gestión pública. Creo firmemente que la política es una vida ética al servicio del país, que el nuevo gerente evalúe a su par Enrique Almonte, uno de los responsables de la crisis del sector salud por su permanente intromisión. No permito que un devaluado me evalúe. Termino mi respuesta con una frase memorable de Alfonso Barrantes: “Ser honesto en el poder, ya de por sí es un acto revolucionario»
La denuncia a la que hace referencia Quispe Santos es a la sanción que recibiera el actual gerente regional cuando ostentaba el mismo cargo en la gestión de Mauricio Rodríguez, donde pese a los cuestionamientos en la compra de ambulancias y hospitales móviles, se insistió en la adquisición pese que los plazos de entrega habían vencido.

