En un operativo sorpresa llevado a cabo por la Gerencia de Fiscalización y Control de la Municipalidad Provincial de San Román, en colaboración con la Policía Nacional del Perú y el Serenazgo, se clausuraron dos cantinas clandestinas y una licorería que operaban ilegalmente en los alrededores del hospital Carlos Monge Medrano y el complejo deportivo Santa Rosa.
Estas intervenciones se realizaron ayer martes a las 4 de la tarde, respondiendo a las constantes denuncias de los vecinos, quienes expresaron su preocupación por la inseguridad generada por estos establecimientos.
Durante la intervención, las autoridades decomisaron varias cajas de cerveza, sillas y licores de dudosa procedencia, que no solo no contaban con autorización, sino que además representaban un riesgo para la salud pública.
Las cantinas operaban bajo la fachada de tiendas de abarrotes sin contar con la licencia de funcionamiento ni con el certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones (ITSE), mientras que la licorería solo tenía permiso para la venta de productos de abarrotes, no para la comercialización de bebidas alcohólicas.
Esta acción es parte de un esfuerzo más amplio por parte del municipio para mantener el orden y la seguridad en zonas críticas de la ciudad. Las autoridades han reiterado su compromiso de seguir realizando operativos de este tipo para evitar que estos espacios se conviertan en focos de delincuencia y peligro para los vecinos.
Además, se está haciendo un llamado a la comunidad para que continúe denunciando actividades ilícitas que pongan en riesgo la tranquilidad y seguridad de los ciudadanos.