Los gremios de transportistas de Perú han tomado una decisión contundente al convocar un paro indefinido, luego de que el Congreso de la República rechazara la derogación de la controvertida Ley 32108, que regula el Crimen Organizado. Esta medida se produce en un contexto de creciente tensión entre los transportistas y las autoridades, agravado por la percepción de falta de atención y respeto hacia sus demandas.
Contexto del conflicto
El vicepresidente de la Alianza Nacional de Transportistas, Julio Campos, expresó su indignación tras la reunión con los legisladores. “Estamos indignados con este Congreso, que nos han hecho esperar horas para hablar de la derogación, y nos dijeron que no van a derogar la ley de Crimen Organizado y Terrorismo Urbano”, declaró Campos a los medios. La Ley 32108 ha sido objeto de críticas por parte de los transportistas, quienes la consideran un obstáculo para su seguridad y la de sus negocios. La decisión de convocar a un paro indefinido refleja la frustración acumulada entre los gremios, que ahora buscan hacer sentir su voz en las calles.
Convocatoria amplia
El llamado al paro indefinido no solo está dirigido a los transportistas, sino que también invita a otros sectores a unirse a la causa. Campos extendió su convocatoria a bodegueros, universitarios, taxistas, mototaxistas, colectiveros, sindicatos, y otras organizaciones sociales y comerciales. La falta de respuesta del Congreso ha llevado a los transportistas a ver la movilización como la única opción viable para hacer valer sus derechos y garantizar su seguridad.
Incidentes durante la protesta
El ambiente se tornó más tenso cuando un patrullero de la Policía Nacional del Perú atropelló a dos manifestantes en el distrito de Ate. Este incidente, que ocurrió durante las primeras horas de la paralización, generó reacciones airadas entre los testigos, quienes agredieron a los agentes policiales presentes en el lugar. Las imágenes del suceso se viralizaron rápidamente en redes sociales, lo que ha llevado a un aumento en las críticas hacia las autoridades y sus métodos de control de la protesta.
Reflexiones sobre la situación actual
El paro indefinido de los transportistas es un claro indicador de la falta de diálogo efectivo entre las autoridades y los gremios. Mientras los legisladores continúan con su agenda, los transportistas se ven obligados a recurrir a medidas extremas para hacer escuchar sus demandas. La situación pone de manifiesto la necesidad urgente de encontrar soluciones a los problemas de seguridad y regulación que afectan a estos trabajadores, quienes juegan un papel crucial en la economía del país.
En conclusión, el paro indefinido de los transportistas no solo refleja la indignación de un sector, sino que también invita a una reflexión sobre la importancia de la negociación y el respeto por los derechos laborales. Con el respaldo de diversas organizaciones, este movimiento busca reivindicar la seguridad y la dignidad de los transportistas en el Perú.