Los cascos azules de la ONU en el sur de Líbano seguirán operando en la zona fronteriza, a pesar de los ataques recientes y las exigencias del ejército israelí para que se retiren. El portavoz de la misión de la ONU en Líbano, Andrea Tenenti, confirmó que la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (Finul), que cuenta con 10,000 efectivos, ha decidido quedarse para mantener su presencia en la Línea Azul, la franja fronteriza que separa Israel de Líbano.
Ataques y tensiones en la frontera
Desde el inicio de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá en octubre de 2023, los cascos azules han quedado atrapados en el fuego cruzado. A pesar de los ataques israelíes, en los que cinco miembros de la Finul resultaron heridos, las fuerzas de paz han decidido mantenerse en sus posiciones. Tenenti declaró que las tropas israelíes les pidieron retirarse al menos cinco kilómetros de la Línea Azul, pero la ONU optó por permanecer en la zona para garantizar que la bandera de la ONU continúe ondeando en este territorio.
La situación en la frontera es extremadamente tensa. Según el portavoz de Finul, los ataques han causado importantes daños a las bases de las fuerzas de paz, e incluso dentro de sus instalaciones. El jueves, la ONU acusó a las fuerzas israelíes de disparar deliberadamente contra sus posiciones, lo que provocó una condena internacional. Este tipo de ataques pone en peligro el mandato de la Finul, que se centra en garantizar el cese de hostilidades en la región.
Dificultades en el terreno
Las fuerzas de paz en Líbano enfrentan condiciones “muy, muy difíciles”. Tenenti relató cómo los bombardeos constantes han obligado a los cascos azules a permanecer en búnkeres, una situación insostenible para aquellos que llevan hasta 12 meses desplegados. Además, explicó que es casi imposible continuar las actividades de vigilancia debido a los ataques incesantes, lo que agrava aún más la misión de paz en la región.
Hezbolá abrió un frente en el norte de Israel como apoyo a Hamás tras el ataque de este último a Gaza el 7 de octubre de 2023. Desde entonces, el conflicto en la región ha escalado peligrosamente, y la ONU advierte sobre la posibilidad de que esta guerra se convierta en un conflicto regional con consecuencias catastróficas.
Esfuerzos de la ONU para la paz
Desde su despliegue en 1978 y su refuerzo en 2006, tras la guerra entre Israel y Hezbolá, la misión de la Finul ha sido clave para intentar mantener la paz en esta frontera. La ONU ha estado en contacto constante con ambas partes para promover una desescalada del conflicto. Tenenti subrayó que atacar a las fuerzas de paz no solo es una violación de la resolución 1701, que puso fin a la guerra de 2006, sino también una grave infracción del derecho internacional humanitario.
La Finul seguirá trabajando para evitar una mayor escalada, aunque las tensiones y los bombardeos hacen que el futuro de la misión sea cada vez más incierto.